El blog de Julio Isaac Estrada Becerra

a).- Útiles (lo adecuado, lo conveniente).

b).- Vitales (lo fuerte, lo sano).

c).- Lógicos (lo verdadero).

d).- Estéticos (lo bello).

e).- Ético (lo justo lo bueno).

f).- Religioso (lo santo)

Job 28:13-18: El hombre no conoce el valor de ella; no se halla en la tierra de los vivientes.

El océano dice: "Ella no está en mí." El mar dice: "Tampoco está conmigo." Por ella no se dará oro fino, ni por su precio se pesará plata.

El coral y el cristal de roca, ni mencionarlos; pues el valor de la sabiduría es mayor que el de las perlas.

Job 28:22-28: El Abadón y la Muerte dicen: "Su fama hemos oído con nuestros oídos.", entonces él la vio y la declaró; la estableció y también la escudriñó.

Y dijo al hombre: "Ciertamente el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal es el entendimiento."
 

Simón Bolívar, el gran libertador sudamericano,  decía “A este País”, “lo guio un instinto que puede llamarse sabiduría de la Naturaleza misma. No había modelos conocidos para sus creaciones, y sus doctrinas no tuvieron maestros ni ejemplos por lo que todo en el fue original y tan puro como la inspiración que viene de lo alto”. Bolívar se refirió al Perú, el país de los incas pero sus palabras pueden aplicarse a todo el hemisferio. Nadie ha descrito mejor el misterioso aislamiento en que surgieron todas las antiguas civilizaciones americanas, separadas del resto del mundo, hasta la gran aventura de Cristóbal Colon, por las inmensidades del océano.  

El teatro en que crearon sus culturas los pueblos precolombinos era inmenso, pues se extendía de un polo a otro. El hombre no fue originario de su suelo; vino del continente asiático por el estrecho de Bering, cruzando zonas frías e inhospitalarias en que la vida dependía de la caza de animales. Prosiguiendo su marcha en busca de regiones más favorables, llego al hermoso valle de México y a las llanuras de Yucatán-

Luego pasó a la América del Sur y subió a los altos Andes donde el clima es maravillosamente saludable y el cielo tiene una profundidad infinita y una gran luminosidad.

En las tierras tropicales surgió la admirable cultura de los mayas: grandes ciudades de  piedra que se caracterizaron por la fusión de la naturaleza, los adelantos técnicos y una arquitectura original. Los mayas eran de costumbre pacificas y regían  sus destinos por un calendario que parecía unir el tiempo al infinito.

En la meseta mexicana, los arqueólogos han encontrado pruebas de una larga evolución cultural que culmino en Tenochtitlán, la capital azteca, situada donde hoy se levanta la Ciudad de México. Con una población que superaba a la de las ciudades europeas de la época y un esplendor que deslumbro a los conquistadores españoles, fue una ciudad-estado vigorosa y guerrera. Su cultura se forjo bajo el flagelo de los fieros invasores barbaros, mas llego a gobernar en un extenso dominio que constituyo un verdadero imperio.