ABORTO

ABORTO

En una ocasión me preguntaron: ¿que piensa del aborto?. Yo respondí, que como persona, no estaba de acuerdo. Pero que como parte de una sociedad, tenemos que respetar lo que marcaban las leyes. Para que las futuras madres, eligieran, si las cumplían o no. Es decir; si tenía a su futuro bebé, o le negaba la vida, aceptándolo como su propia responsabilidad, en base a sus razones. Porque para mí, ella era la única indicada para hacerlo o no hacerlo.

Cuando trabaje en una institución de procuración de justicia, me toco atender a una persona; que a causa de una violación, quedo embarazada, y que tenía el derecho de abortar. El entonces procurador, en un sentido humano, decidió buscar y atender el caso, de la manera más correctamente aceptable. Entonces designo a un Lic., para encargarse de este caso. Y escribo su nombre, porque su actitud lo enaltece: Es el Lic. Sergio Esparza. Él se preocupó mucho por esta joven, y tuvo la confianza en mí, para apoyarlo en este asunto. Después de conocer todos los hechos de este terrible caso. Me dijeron que la joven no quería tener a su bebé, y quería suicidarse. Cuando la llevaron a terapia conmigo, me dio mucha tristeza, ver como esta joven se estaba marchitando en vida, a consecuencia de lo que sufría. Antes de iniciar nuestra primera sesión, yo me encomendé a Dios. Después, lo primero que hice; fue empatarme con ella, accediendo a su petición de ayudarla a abortar, porque para mí; lo primero, era salvar su propia vida. De esa forma; lo que yo buscaba, era ganar tiempo, para que aceptara seguir viviendo y evitar que atentara contra su vida, porque al morir ella, morirían los dos: ella y su futuro bebé. Las terapias eran de una o varias horas, y al principio eran casi a diario. Cuando logré desaparecer de sus pensamientos la intensión del suicidio, tuve que aceptar mi promesa de ayudarla a abortar, porque legalmente tenía ese derecho, debido a que su embarazo, había sido producto de una violación, y la autoridad tenía la obligación de asistirla para ello. Yo; nuevamente volví a Dios, y le pedí consejo para hacer lo correcto. Y me dedique a hablar con ella, acerca de la vida; del origen de la vida; de la vida intrauterina; de cómo vencer temores y retos existentes, evitando crear temores inexistentes o especulativos.

La mayor alegría que vivimos juntos, en una terapia, fue cuando vimos un video, donde se ve un embrión, dentro del útero de la madre, que por cierto, el embrión se veía como jugueteando. Ella sonrió, de una manera juguetona, al ver esto. Pero cuando llegó la parte del legrado o del aborto: la vi llorar, porque vio como entraba la legra, y al salir del útero, se veía en las manos de Dr., los pequeños brazos y piernas del bebé en pedacitos. En ese momento vi su rostro, y hasta la fecha me conmuevo de recordar su sensación de tristeza infantil. (Ahorita me conmueve mucho, y mis ojos se humedecen con este recuerdo). Y sin pensarlo, surgió de ella su sentido tierno y humano de mujer, que llorando infantilmente, solo dijo; ¡Si voy a tener a mi bebé, Dr.! A mí, en lo personal, me dio mucha alegría. Posteriormente; yo creo unos tres años después, en la calle, una joven se acercó a mí, y muy efusivamente me abrazo, diciendo que si no me acordaba de ella… ¡Si; era ella! Quien muy contenta, me dijo: ¡viera que bonita niña tengo, Dr.!

Escribo todo esto, porque el aborto, no es solo una interrupción de embarazo ¡Se tiene que explicar en qué consiste esa interrupción! Se tiene que decir la realidad del proceso. Se tiene que decir qué pasa con el futuro bebe. Porque; nadie debe aceptar lo que acepta, si no conoce lo que aceptó.

Por eso; no aceptaré el argumento, de que el aborto se puede realizar, en determinada fecha del embarazo, ¡que porque el futuro bebé todavía no tiene vida! ¡No estoy de acuerdo!, Porque cuando un hombre eyacula en la vagina de la mujer, deposita en promedio, 300 millones de espermatozoides. Y de todos esos millones, uno solo es el que fecunda al óvulo, quedando, como el único significado y origen de vida. ¡Porque una célula es vida! Y, precisamente; la vida del futuro bebé, se inicia: cuando se une la célula sexual del hombre o espermatozoide, con la célula sexual de la mujer u óvulo.

A eso se le llama fecundación. En el segundo mes de vida mide 2.5 cm. y ya le late su corazón; y al final del segundo mes, ya es un bebé a escala. El periodo fetal es del cuarto mes en adelante.

En lo personal, no estoy de acuerdo con el aborto. Pero como parte de una sociedad, tenemos que respetar lo que marcan las leyes. Y si de respeto se trata, respeto a la futura madre, en su decisión de cumplir, o no, lo establecido, aceptando; ella, su propia responsabilidad, en base a sus razones. 

     No obstante, considero; que él, o la que este encargada o encargados de promulgar o de hacer leyes para el: “Si al Aborto”, o el “No al Aborto”, primero debe de informar y educar sobre el proceso del aborto, con la crudeza necesaria, en lo qué consiste. Segundo: debe de considerar un apoyo básico indispensable, para la futura madre que decidió no abortar, y para el futuro bebé. Y tercero: respetar a la población, que en lo personal, se rige por su creencia religiosa, o su propia espiritualidad, y que se respete su opinión, sin considerar al laicismo, como una barrera de opinión. De esa forma, la decisión que deba de tomar la futura madre, será más sabia y responsable, antes que la ignorancia, el desconocimiento, y la falta de información, sigan ocasionado uso de derecho, de decisión, sin conocimiento.

¡Tú Vales Mucho!