LAS CONGREGACIONES PEQUEÑAS PUEDEN CRECER

¿Somos una Iglesia estancada en el crecimiento?

las congregaciones pequeñas funcionan como grupos primarios, mostrando una fuerte unidad inspirada por necesidades, intereses comunes, tareas y lugares que les dan sentido y pertenencia.

Al igual que los individuos, las congregaciones poseen su propia “personalidad”. De manera peculiar, las congrega- ciones pequeñas poseen una serie de características que definen tanto su naturaleza como su funcionamiento.

Lo que mantiene unidas a las pe- queñas Iglesias

 Dudley, autor del libro “Making the small church effective” ha realizado interesantes investigaciones sociológicas que ponen de relieve esa realidad. En sus conclusiones, Dud- ley afirma que las congregaciones pequeñas funcionan como grupos primarios, mostrando una fuerte unidad inspirada por necesidades, intereses comunes, tareas y lugares que les dan sentido y pertenencia. Les gusta conservar una relación familiar, de familia extendida o de clan urbano donde haya intimidad y seguridad. Suelen mantener una solidaridad de grupo y funcionan como una familia cerrando filas cuando se acerca un extraño.

El impedimento al crecimiento

Como podemos observar, aunque algunas de estas características son positivas, de otro lado, son posiblemente las mismas que impiden el crecimiento. La “Teoría de Grupos” presenta de manera inequívoca esa realidad siendo entonces con todo probabilidad el impedimento para el cambio y el crecimiento de las congregaciones pequeñas. Esa realidad se ha corroborado históricamente donde tristemente muchas congregaciones pequeñas han experimentado por décadas un estancamiento crónico. Las congregaciones mismas no suelen darse cuenta de ello y los pastores en ocasiones tampoco.

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

Romanos 12; 1 2

Líderes e iglesias frustrados

Algunas congregaciones y pastores/as sienten gran frustración y se culpan pensando en que el problema deben ser ellos. Sin embargo, la dificultad es mucho más compleja y amerita el que conozcamos cómo funcionan los grupos pequeños. Existe la necesidad de capacitar a los pastores y líderes de las congregaciones y revitalizar la vida congregacional. Existe la necesidad de abrirse a nuevos entendimientos (Romanos 12.1-2) y nuevas estructuras de funciona- miento y de renovación de la vida congregacional.

La buena noticia es que existe la posibilidad para el cambio y el crecimiento. He aquí algunas recomendaciones:

Realice un análisis de situación de su congregación.

Comience construyendo una narrativa de la historia de su iglesia. Incluya en esa narrativa datos tales como:

• Ciudad o pueblo donde está ubicada la iglesia.


• Características y datos sobre la población, economía y

otros que caracterizan a esa ciudad o pueblo.


• Datos de cómo se organizó la iglesia.


• Años que tiene de fundada.


• Número de iglesias cercanas.


• Ubicación física del templo.


• Facilidades físicas del templo.


• Comportamiento de membresía a través de los años.

Membresía actual.


• Duración del liderato pastoral.


• Composición de la congregación por grupos de edad, educación y condición socio económica de sus miembros.


• Desarrolle una dinámica utilizando la técnica de “Tormenta de Ideas” donde se trate de identificar el principal problema de su congregación. ¿Cuáles cree usted son los posibles factores para esa situación? Identifique los esfuerzos realizados anteriormente para el mejoramiento o cambio de esa situación. Enumérelos.

• ¿Cuáles han sido los resultados?

Comience en el proceso a descubrir datos, nuevas ideas, actividades y ministerios que pueden ser desarrollados para comenzar a experimentar el crecimiento.

¡Que Dios les ayude!